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Criptomonedas en picada y acciones en descenso: ¿Por qué?

En medio de una semana marcada por fuertes movimientos en los mercados, el bitcoin y las principales bolsas estadounidenses experimentan una caída que ha generado inquietud entre los inversionistas.

En los últimos días, la inestabilidad ha regresado con fuerza al ámbito financiero mundial. Tanto el sector de las criptodivisas como los principales indicadores bursátiles estadounidenses experimentaron caídas, generando preocupación entre los inversores en activos de riesgo. La reciente evolución del bitcoin, sumada a la presión sobre las empresas tecnológicas y la incertidumbre en torno a las futuras determinaciones de la Reserva Federal, ha creado un entorno complicado que numerosos expertos ven como un momento decisivo para el futuro cercano.

Una semana de gran actividad en Wall Street

El clima en los mercados bursátiles de Estados Unidos mostró un incremento considerable en la prudencia de los participantes. A lo largo del martes, los índices más importantes agudizaron las caídas que se venían registrando en las últimas semanas. El Dow Jones experimentó un descenso de 413 unidades, lo que representa un 0,89 %. El S&P 500 bajó un 0,6 %, en tanto que el Nasdaq Composite, con su fuerte dependencia del ámbito tecnológico, sufrió una merma del 0,9 %. Estas fluctuaciones se añaden a una tendencia descendente que ha caracterizado el mes.

Este retroceso no es un hecho aislado. En las últimas semanas, los participantes del mercado han mostrado una actitud más conservadora, reduciendo su exposición a activos considerados de alto riesgo. Entre estos se encuentran tanto las acciones vinculadas a la inteligencia artificial como las criptomonedas. Esta disposición más defensiva se ha visto reforzada por la incertidumbre que rodea la posibilidad de que la Reserva Federal decida o no recortar las tasas de interés en su próxima reunión.

El efecto de esta inestabilidad se observa nítidamente en la conducta de las monedas digitales, especialmente en el bitcoin, cuya naturaleza especulativa lo vuelve sumamente susceptible en periodos de aversión al riesgo.

El bitcoin vuelve a un terreno de descenso

Apenas seis semanas después de alcanzar un máximo histórico por encima de los 126.000 dólares, el bitcoin ha perdido más del 26 % de su valor. Durante la mañana del martes, la criptomoneda se negociaba levemente por debajo de los 93.000 dólares, desvaneciendo por completo las ganancias que había acumulado a lo largo del año. La noche del lunes incluso cayó por debajo de los 90.000 dólares, un nivel que no tocaba desde hacía siete meses, antes de recuperar ligeramente el terreno perdido.

Con este movimiento, el bitcoin vuelve a caer en lo que en Wall Street se conoce como “mercado bajista”, es decir, cuando un activo desciende más de un 20 % desde un pico reciente. De acuerdo con cálculos basados en su capitalización global, la criptomoneda ha perdido más de 600.000 millones de dólares desde que comenzó su declive.

Según Haider Rafique, socio director global de la plataforma de intercambio de criptomonedas OKX, esta reciente caída se inscribe en una dinámica generalizada que ha mermado el interés por las inversiones de riesgo. La evolución del bitcoin, en esta coyuntura, es un claro reflejo de la inquietud que se ha manifestado en diversos ámbitos, particularmente en los vinculados a la tecnología y la inteligencia artificial.

Presiones sobre los valores tecnológicos

Luego de un período de crecimiento de medio año que impulsó a numerosas empresas tecnológicas a valoraciones extraordinariamente altas, las preocupaciones sobre una posible sobrevaloración han empezado a surgir. El martes, un extenso grupo de títulos bursátiles relacionados con la inteligencia artificial y otras áreas tecnológicas experimentaron descensos: Nvidia bajó un 2,3 %, Amazon se contrajo un 3,1 % y Microsoft decreció un 3,3 %.

El índice Nasdaq, donde las empresas de tecnología poseen una influencia considerable, ha experimentado una disminución superior al 6 % desde su punto más alto registrado a finales de octubre. En el transcurso de este descenso, el índice ha visto evaporarse cerca de 2,5 billones de dólares de su capitalización bursátil.

El aumento de la volatilidad se refleja también en indicadores de sentimiento como el VIX, conocido como el “índice del miedo” de Wall Street, que aumentó 11 % el martes. Por su parte, el índice de Miedo y Avaricia de CNN volvió a ubicarse en terreno de “miedo extremo”, alcanzando su punto más bajo desde principios de abril.

Elementos que intensifican el descenso del bitcoin

Además de la aversión generalizada al riesgo, el bitcoin se enfrenta a un patrón de ventas protagonizado por inversionistas de largo plazo que están asegurando ganancias tras los fuertes aumentos registrados en años recientes. Gerry O’Shea, jefe de análisis global de mercados en Hashdex Asset Management, explica que los tenedores de largo plazo han estado tomando utilidades, presionando aún más el precio en un entorno marcado por la incertidumbre respecto a la política monetaria de la Reserva Federal y otras condiciones macroeconómicas.

La fascinación por los activos digitales ha sido moldeada, en parte, por elementos de índole política. Eric Trump, el tercer vástago del presidente Donald Trump, asistió a la cumbre Bitcoin Asia 2025 en Hong Kong el 29 de agosto de 2025, un evento donde su presencia impulsó el fervor por las criptodivisas. No obstante, su apoyo no ha logrado contrarrestar la trayectoria descendente del mercado.

Una de las situaciones que debilitó la dinámica de compra del bitcoin ocurrió el pasado 10 de octubre, cuando el presidente Donald Trump reavivó la disputa comercial con China. La reacción inmediata fue un desplome abrupto de la criptomoneda, seguido del retiro de numerosos participantes del mercado. Peter Chung, jefe de Presto Research, señala que desde ese momento los “libros de órdenes” se han mantenido más livianos, lo que deja el precio mucho más expuesto a fluctuaciones pronunciadas.

Entre la especulación y la búsqueda de estabilidad

Hasta hace pocas semanas, el año parecía prometedor para el bitcoin. Antes de la reelección de Donald Trump en noviembre de 2024, la criptomoneda se movía alrededor de los 69.000 dólares. Desde entonces, y entre varios episodios de volatilidad, logró escalar cerca de un 83 %, alcanzando a principios de octubre su máximo histórico por encima de los 126.000 dólares.

El entusiasmo por el bitcoin se vio impulsado en diciembre de 2024, cuando superó por primera vez los 100.000 dólares. En aquel momento, los inversionistas apostaban a que el nuevo Gobierno de Trump adoptaría un marco regulatorio favorable para los activos digitales. Estas expectativas parecían confirmarse cuando se aprobó la Ley GENIUS en julio, la cual estableció reglas claras para las stablecoins. Además, Trump designó a Paul Atkins, un regulador con postura favorable hacia las criptomonedas, como presidente de la Comisión de Bolsa y Valores.

A principios de este año, el bitcoin rondaba los 94.000 dólares. No obstante, la reciente disminución ha eliminado las ganancias obtenidas en los últimos 11 meses. En contraste, el S&P 500 ha experimentado un incremento del 13,4 % en lo que va del año, y el oro ha subido un 53 %, consolidándose como una de las opciones preferidas para resguardar valor durante la reciente etapa de inestabilidad.

Las empresas del sector tecnológico, a pesar de la adversidad, han exhibido una notable resiliencia. Nvidia, por ejemplo, experimentó una disminución del 3,36 % el viernes, pero logró cerrar la jornada con un incremento del 1,77 %. Una situación comparable se observó el lunes, cuando tras una caída del 3,08 %, finalizó el día con una pérdida más contenida del 1,88 %. Esta capacidad de recuperación difiere del comportamiento del bitcoin, que ha permanecido estancado en torno a los 92.000 dólares, sin indicios evidentes de una mejora.

Un momento crucial para el ámbito de las criptodivisas

El panorama actual del bitcoin indica que el mercado se encuentra en una encrucijada. Los factores favorables que impulsaron su valor a lo largo del año parecen haber perdido fuerza, y en este momento prevalece la incertidumbre respecto a si la criptomoneda podrá recuperar su tendencia ascendente en el futuro cercano.

Según Haider Rafique, la evolución del mercado en los días venideros será crucial para discernir si la actual contracción se transformará en una corrección más pronunciada o si meramente constituye un respiro dentro de una trayectoria que podría seguir su curso. Esta clase de ambigüedad es habitual en momentos donde confluyen elementos macroeconómicos, políticos y normativos.

A pesar de las dudas, algunos participantes del mercado siguen teniendo una visión optimista. Ryan Rasmussen, jefe de investigación en Bitwise Asset Management, sostiene que este tipo de movimientos suelen interpretarse erróneamente como un signo de debilidad permanente. En su opinión, la fase de estancamiento actual podría ser una oportunidad para fortalecer posiciones o para que nuevos inversionistas ingresen al mercado antes de un eventual repunte.

El comportamiento pasado parece respaldar esta perspectiva: en abril, el bitcoin cayó hasta los 74.500 dólares para luego dispararse por encima de los 126.000 dólares a principios de octubre. Sin embargo, como han señalado diversos analistas, el contexto actual es complejo y el mercado deberá digerir varios factores simultáneamente antes de definir una dirección más clara.

Una perspectiva futura

La volatilidad reciente del bitcoin refleja la interacción de múltiples elementos: la incertidumbre monetaria, los cambios regulatorios, la política internacional, la dinámica de oferta y demanda, y la psicología del mercado. Para los inversionistas, el desafío radica en interpretar estas señales sin caer en reacciones impulsivas.

El mercado financiero, tanto en activos tradicionales como digitales, está atravesando un periodo de importantes ajustes. La pregunta central que se plantean muchos analistas es si esta etapa marca el inicio de una corrección más profunda o si representa una pausa temporal en un ciclo que aún podría mantenerse alcista a mediano plazo.

En cualquier caso, el bitcoin continúa siendo un termómetro del apetito global por el riesgo. Su evolución en las próximas semanas probablemente ofrecerá pistas relevantes sobre la dirección que podría tomar el mercado en general hacia el cierre del año.

By Alberto López

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